Ahora entra.
Entra en el espacio inútilmente construido, construido por mis manos, escasas manos, rotas manos, puras, casi puras manos.
Ahora dime.
Endulza tus pensamientos, fabrica momentos, no los olvides, no me olvides, no me mandes al olvido, al olvido te digo. Al olvido, suplico, no me eches.
Ahora escucha.
Algo susurro a tus oídos, si te quedas, si estás, si no te vas, si por alguna razón decides seguirme, escucha, que estoy cerca, tan cerca que tu piel casi parece mía.
Ahora siente.
Siente el amargo pesar del tiempo, pero olvida que existe y entonces siente como se eriza mi cuerpo, mi espalda y luego mi cuello, mi cuello, donde hoy duermen tus palabras.
Ahora ven.
Ven y acaricia el momento, acaricia las sábanas, despliega tus brazos y deja que me hunda en ellos, en tus brazos, en tus pupilas, deja que me hunda en el sabor amargo de la inocencia y sumérgete tú en la distancia que ansía la llegada.
Ahora espera.
Y si sientes que el momento no alcanza, que no alcanzan las palabras, grita y deja que me marche.
Échame.
Échame pero sin silencios, sin pausas, échame de la manera más dulce para que yo no reproche tus labios egoístas.
lunes, 18 de octubre de 2010
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infinita
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sábado, 2 de octubre de 2010
Ver.
Ver. Ver el mundo.
Beberme el mundo, comerme y masticarlo, masticar el mundo, saborear la tierra.
Acostarme en tu pecho, en tu pecho, en tu pecho descubierto, descubrirte el alma, abrirte desde el ombligo, ver si arden tus entrañas.
En tu pecho. En tu pecho desnudo.
Silencio al corazón, se taparon los oídos, masticar el mundo, saborear la tierra.
Suelta las riendas, suelta los hilos, corta los hilos, no me manejes. No, no, no me manejes.
Desatarme. Des-atarme. Fuera nudos. Hola aire. Hola, hola al viento.
Sin ataduras, suspira, suspira. Tu olor. Piel, manos, manos, manos que no me manejen, labios, bocas, saliva.
Hundirte en mi pecho, en el mio. Muy adentro.
Toca el corazón, el mio, siente si late. Mira tu vida, la tuya, siente si existe.
Siente la espalda, la mia, hoy no se quiebra. Roza el pelo, el tuyo, junto a la almohada, la mia.
Se hunden las sábanas, las sábanas, bocas, labios, saliva.
Toca la frente, la mia, hoy ya no arde. Siente el impulso, el mio, sigue con vida. Abre tu pecho, tus brazos, tus brazos no me rodean.
Acostarme en tu pecho, en tu pecho desnudo. Sin ataduras, no más suspiros. Respiras hondo, hondo, muy hondo. Casi invisible. Casi. Casi, irreparable. Irreprochable.
Anda el silencio, el tuyo, junto a sonrisas, las nuestras.
Posted by dicho por
infinita
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14:07
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