te ríes y te recuerdo tapándote la cara, como si fuéramos niños cualquier cosa nos parece divertida
y espero, como quien no espera nada, que me susurres al oido la noche está que arde.
me arreglo el pelo aún sabiendo que te gusta despeinado y soy bastante inquieta, pero eso es de familia y tú lo sabes.
pides la tercera cerveza, y que sean dos, porque seguro que entre tanto, alguna anécdota de las tuyas hace que me ria como la primera vez, mientras busco en el bolso un último cigarro para dos.
claro que, entre el humo del bareto y la música de fondo, empiezo a pensar que quizás no haya momento igual a este, asi que, como silabeando,
sonrio cabizbaja a la espera de un beso inesperado.
entonces me miras casi buscándome en la distancia, me miras y estás en pausa,
te juro que existen momentos en los que creo que sabes lo que pienso,
y te acercas
para contarme algún secreto,
quizás inventado o es a mí, que me gusta pensar eso,
sin querer o intencionado, me rozas la mano, donde seguro tengo algún dibujo que me hice mientras pasaba el tiempo en vano,
estas cosas siempre te parecen divertidas y mirándonos entendemos que da igual por qué a veces nos comportamos como idiotas;
si total, como decimos de vez en cuando, pueden pasarnos muchas cosas pero seguro que todas, serán bonitas.
Estás aquí y ahora es una palabra grande, los dos entramos en ella,
no me importa tomarme el tiempo a cucharaditas, romper los relojes, quebrar las agujas, ajustar los minutos a nosotros ignorando cualquier regla que haya sido impuesta
y es verdad,
te veo llegar, con el sueter en el hombro y sonriendo
quizás sepas
que estoy pensando,
dónde has estado todo este tiempo.
y espero, como quien no espera nada, que me susurres al oido la noche está que arde.
me arreglo el pelo aún sabiendo que te gusta despeinado y soy bastante inquieta, pero eso es de familia y tú lo sabes.
pides la tercera cerveza, y que sean dos, porque seguro que entre tanto, alguna anécdota de las tuyas hace que me ria como la primera vez, mientras busco en el bolso un último cigarro para dos.
claro que, entre el humo del bareto y la música de fondo, empiezo a pensar que quizás no haya momento igual a este, asi que, como silabeando,
sonrio cabizbaja a la espera de un beso inesperado.
entonces me miras casi buscándome en la distancia, me miras y estás en pausa,
te juro que existen momentos en los que creo que sabes lo que pienso,
y te acercas
para contarme algún secreto,
quizás inventado o es a mí, que me gusta pensar eso,
sin querer o intencionado, me rozas la mano, donde seguro tengo algún dibujo que me hice mientras pasaba el tiempo en vano,
estas cosas siempre te parecen divertidas y mirándonos entendemos que da igual por qué a veces nos comportamos como idiotas;
si total, como decimos de vez en cuando, pueden pasarnos muchas cosas pero seguro que todas, serán bonitas.
Estás aquí y ahora es una palabra grande, los dos entramos en ella,
no me importa tomarme el tiempo a cucharaditas, romper los relojes, quebrar las agujas, ajustar los minutos a nosotros ignorando cualquier regla que haya sido impuesta
y es verdad,
te veo llegar, con el sueter en el hombro y sonriendo
quizás sepas
que estoy pensando,
dónde has estado todo este tiempo.
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